Por si alguno no lo sabe, SGAE demandó a Julio Alonso a raiz de un post que publicó en abril de 2004 en el que informaba sobre el Google bombing contra la SGAE. Estar situado como primer resultado en el famoso buscador cuando tecleabas "ladrones" no gustó. El 11 de junio, tras la audiencia previa de esta semana, es el juicio.
En su blog, Merodeando, está informando del proceso y ha tenido a bien colgar la contestación a la demanda donde Carlos Sánchez Almeida y Javier Maestre, sus abogados, explican perfectamente lo que ocurre: "En ninguno de los casos el Sr. Alonso ha vertido injurias, insultos o calumnias contra la demandante. Su actividad se limita a la recopilación de unos datos que están en la red y a los que cualquiera podría acceder a través de los buscadores que existen en Internet. El contenido de los enlaces, su exactitud o inexactitud, le es ajeno, ya que ninguna intervención ha tenido en su generación (...) Bajo el manto de una pretendida vulneración del derecho al honor de mi mandante, la SGAE busca propinar un escarmiento ejemplarizante a la comunidad internauta; ese es el verdadero interés de la SGAE en este pleito."
Esperemos que una lectura atenta del artículo 16 de la LSSICE acabe con este disparate aunque ya hemos visto en el pasado que a veces ocurren extraños fenómenos como en el caso de la Frikipedia.
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